Deportes.- El balón es la herramienta más importante para la práctica del futbol, y es por ello que su evolución a lo largo de la historia ha ido ligada a la de la competencia más importante de este deporte: la Copa Mundial de Futbol.
Desde 1930 a la actualidad, los balones han mejorado en aspectos como peso, aerodinámica y dureza, por lo que aquí te traemos la lista de todos los esféricos que se han usado en los mundiales.
Uruguay 1930: T-model

El balón (en la foto) se llama así por los once paneles de cuero en forma de T, cosidos a manos, que conforman sus superficie. En la primera edición del Mundial se usó en algunos partidos, a pesar de que se consideraba muy fiable, pues ya se había utilizado en los Juegos Olímpicos de París 1924 y Ámsterdam 1928.
Antes de la final de Uruguay 1930, el árbitro John Langenus pidió a los capitanes de los dos contendientes, la selección anfitriona y Argentina, que eligieran el balón del partido. Uruguay quería jugar con el T-model y su rival prefería el Tiento (ilustrado abajo), fabricado con doce paneles alargados. Como no se ponían de acuerdo, se decidió que, en cada mitad del encuentro, se utilizaría un balón diferente.
Te puede interesar: Todo lo que debes saber del TRIONDA, balón oficial del Mundial 2026
Argentina llegó al descanso con una ventaja por 2-1 tras haber jugado los primeros 45 minutos con su balón preferido. Sin embargo, al cabo de la segunda parte, Uruguay remontó el partido y se proclamó campeona de la competición tras anotar tres goles sin réplica (4-2) con el T-model.
Italia 1934: Federale 102

El Federale 102 fue obra de una empresa estatal italiana, aunque al menos dos otros balones se usaron en los partidos de la competición, incluida la final, pues los capitanes de las selecciones pudieron elegir con cuál preferían jugar.
Estaba elaborado con trece paneles de cuero cosidos a mano, y el tiento (la incisión por la que se introducía la cámara de aire) estaba ligado con suaves cintas marrones de algodón, en lugar de cuero, para que no se lesionaran los jugadores al cabecearlo.
Los demás balones utilizados, entre los que figuraban el Globe y el Zig-Zag, se fabricaron en el Reino Unido. Para la final, que Italia ganó por 2-1 en el tiempo de descuento contra Checoslovaquia, se eligió el Zig-Zag de la empresa inglesa de William Sykes, que tenía un diseño muy parecido al del T-Model de 1930.
Francia 1938: Allen

Al igual que todos los balones oficiales utilizados en el Mundial entre 1934 y 1966, el Allen se fabricó en el país anfitrión.
Los balones Allen que se usaron en los partidos de la competición no llevaban la marca del fabricante, concretamente una empresa parisina. Sin embargo, un ejemplar que tenía estampado el nombre de la compañía se colocó en el círculo central antes de la final, con el objetivo de dar publicidad a la marca.
El Allen, con una elaboración muy parecida al Federale 102 (trece paneles y cintas de algodón) también tenía un pasado olímpico, pues se había usado en los Juegos Olímpicos de París 1924.
Brasil 1950: Superball Duplo T

A pesar de llevar la inscripción «Industria Brasileira», la empresa argentina Tossolini, Valbonesi, Polo & Cia, había patentado el Superball Duplo T con el nombre de Superval Doble T.
Después de la II Guerra Mundial, los fabricantes abrieron una sucursal en Brasil y se convirtieron en los proveedores oficiales del balón del Mundial, que tras algunos cambios se convirtió en el Superball Duplo T.
Fue el primer balón mundialista que no llevaba un tiento unido con cintas, sino que se hinchaba por una válvula insertada directamente uno de los doce paneles de cuero cosidos a mano. Gracias a este método, tenía una superficie sellada y era más uniforme y esférico. Los bordes redondeados de sus paneles, que además eran más ligeros, y la elaboración de sus costuras ofrecían más durabilidad y estabilidad.
Suiza 1954: Swiss World Champion

Fabricado en cuero engrasado, el Swiss World Champion tenía un color ligeramente amarillo, que ayudaba a los aficionados a seguirlo sobre el terreno de juego mejor que los balones marrones.
Esta característica destacó sobre todo durante la final de 1954, jugada bajo la lluvia y un campo embarrado, donde la República Federal de Alemania se impuso por sorpresa a la gran favorita, Hungría (3-2). Como los balones de cuero impermeabilizado no surgieron hasta la década de 1980, el Swiss World Champion absorbía agua y resultó especialmente pesado en la final de Berna.
Estaba formado por 18 piezas de cuero alagados, unidas con costuras de hilos de nailon en grupos de tres paneles, cuyos innovadores bordes entrelazado en zigzag todavía se siguen usando en la fabricación de balones.
Suecia 1958: Top Star

Para elegir el balón oficial de la edición de 1958, celebrada en Suecia, la FIFA organizó una competición en la que participaron 102 pelotas de fútbol sin ningún tipo de marca, enviadas al comité organizador y a Stanley Rous, el entonces presidente de la FIFA.
Los nombres de los fabricantes se introdujeron en sobres sellados y numerados, que se abrieron después del sorteo final de la competición. El ganador fue el sobre número 55, el Top Star, que se elaboró en amarillo, marrón claro y blanco.
El modelo de color blanco, con sus 24 paneles de cuero, encerados para que conservara la humedad, se usó en la mayoría de los partidos, incluida la final, donde el Brasil del jovencísimo Pelé se impuso a la anfitriona, Suecia.
El delantero de Francia Just Fontaine marcó con este balón los increíbles trece goles en seis partidos, un récord que permanece imbatido.
Chile 1962: Mr Crack

El balón parecía más esférico que sus predecesores, pues sus 18 tiras de cuero se unían en paneles más redondeados. Fue además el primer balón del Mundial que contenía una válvula de látex, de manera que el aire se escapaba más lentamente y conservaba la forma durante más tiempo.
Cuando adidas empezó a fabricar balones de fútbol en 1963, basó el diseño de uno de ellos en el Mr Crack y lo llamó Santiago.
Como la pelota tenía problemas con la absorción del agua, varios equipos europeos prefirieron usar otras alternativas, como el Top Star de 1958, elegido para el partido de cuartos de final entre Checoslovaquia y Hungría.
Inglaterra 1966: Challenge 4-Star

En los preliminares de la edición de 1966, se presentaron más de 100 balones sin marca a la Federación Inglesa de Fútbol, cuyo grupo de expertos comprobó la circunferencia, esfericidad, peso, pérdida de presión y distancia de rebote de cada uno.
Ganó el Challenge 4-Star, de la fábrica británica Slazenger, famosa por proporcionar equipamiento de tenis y golf. El balón de 25 paneles se presentó en los colores blanco, amarillo y naranja.
A pesar de que el blanco se usó con más frecuencia durante aquella edición, la final, entre Inglaterra y la República Federal de Alemania, se disputó con el modelo naranja, que se convirtió en el más emblemático de Inglaterra 1966. Con él, Geoff Hurst anotó el primer triplete de la historia en un partido decisivo de la competición y otorgó a la selección anfitriona el triunfo (4-2) en la prórroga.
México 1970: Telstar

En el Mundial de 1970, adidas se convirtió en el proveedor oficial de los balones de la competición, una asociación que se ha mantenido hasta la fecha.
Para esta edición, la empresa fundada por Adi Dassler, exutillero de la selección de la República Federal de Alemania, fabricó el emblemático Telstar, que tenía 32 paneles (doce pentágonos negros y 20 hexágonos blancos), y se convirtió en símbolo de todos los balones de fútbol del mundo.
El balón llevaba el nombre del satélite de comunicaciones Telstar, con sus paneles solares oscuros, colocados sobre una superficie blanca, que transmitió las primeras emisiones de televisión internacionales, incluido este Mundial que ganó Brasil.
Los balones Telstar usados en México 1970, presentados en dos modelos, naranja y blanco, no llevaban inscritos el nombre ni el logotipo de adidas.
República Federal de Alemania 1974: Telstar Durlast

Los balones Telstar usados en 1970 y 1974 llevaban un recubrimiento de plástico Durlast, que los hacía más resistentes al agua y el barro. Para la edición de 1974 se añadió al nombre de la pelota la denominación de esta capa impermeable.
Para el Mundial en la República Federal de Alemania, adidas proporcionó dos balones: uno blanco, el Chile Durlast, ideal para partidos con total visibilidad, y el naranja Apollo Durlast, que destacaba en la nieve. Sin embargo, solo se usó el Chile Durlast.
Al contrario que en las dos ediciones anteriores, los partidos se jugaron con balones que llevaban inscritas la marca del fabricante, el nombre de la pelota y las palabras ‘Official World Cup 1974'.
Argentina 1978: Tango Durlast

El Tango, que debe su nombre al famoso baile cuyos orígenes se remontan a la Argentina del siglo XIX, incluyó por primera vez los llamativos triángulos curvados, un novedoso diseño que cautivó al público del mundo entero y que se reprodujo en los cinco Mundiales posteriores.
Fabricado en Francia y cosido a mano, el Tango contaba con el recubrimiento impermeable Durlast, el mismo que ya se había empleado en los balones Telstar de 1970 y 1974.
Además, el país anfitrión obtuvo un resultado inmejorable con este esférico: Argentina levantó el trofeo tras imponerse 3-1 a Países Bajos en la final, con dos goles en la prórroga.
España 1982: Tango España

Tras el éxito que había cosechado con el diseño del balón del Mundial anterior, adidas introdujo leves modificaciones en el Tango España.
Si bien mantenía los 20 triángulos negros enmarcados en paneles hexagonales, de manera que los triángulos curvados formaban doce círculos, el Tango España dejó a un lado el recubrimiento Durlast tan característico de los setenta y pasó al poliuretano, con una capa adicional para las costuras.
30 años después del Mundial celebrado en España, el balón oficial de la Eurocopa de la UEFA 2012 que organizaron Polonia y Ucrania recibió el nombre de Tango 12, en homenaje a su predecesor.
México 1986: Azteca

El balón fue bautizado en honor a los aztecas, que habitaron en esta región entre los siglos XIV y XVI, y siguió el formato del Tango Durlast y del Tango España.
El diseño de los triángulos curvados cambió ligeramente, a fin de rendir homenaje a la arquitectura y los murales del pueblo azteca y del país anfitrión, México.
Además, el Azteca, fabricado en Francia, marcó un hito en la historia mundialista, porque estaba compuesto íntegramente de material sintético. De este modo, se redujo la absorción de agua y se amplió su durabilidad.
Italia 1990: Etrusco Unico

El Etrusco Unico, cuyo nombre es una referencia al pueblo etrusco, que vivió en el centro y norte de Italia desde aproximadamente el año 800 hasta el 100 a. C., dio continuidad a la ya consagrada tradición del diseño de adidas, que había comenzado en 1982.
Cada uno de los triángulos curvados del balón estaba adornado con las cabezas de tres leones, todos ellos con la boca abierta. Se trataba de un diseño habitual en la cultura etrusca, presente en numerosas esculturas y adornos de piedra.
Tras el éxito cosechado en Italia, el Etrusco Unico regresó dos años después a la competición internacional en calidad de balón oficial de la Eurocopa de la UEFA 1992 en Suecia y en los Juegos Olímpicos de Barcelona de ese mismo año.
Estados Unidos 1994: Questra

Los triángulos curvados del Questra, inspirados en la exploración espacial del país anfitrión, estaban decorados con planetas, estrellas y cohetes.
Fabricado por adidas, este balón fue una continuación del modelo que tanta popularidad alcanzó entre los aficionados de todo el planeta entre 1970 y 2002, y estaba compuesto de doce paneles pentagonales y 20 paneles hexagonales.
La aventura mundialista de la selección estadounidense concluyó en octavos, ronda en la que Brasil se impuso por 1-0. Precisamente, la selección brasileña se proclamó campeona tras doblegar a Italia en una emocionante tanda de penaltis en la final.
Francia 1998: Tricolore

El Tricolore marcó varios hitos para adidas y cambió el aspecto y el tacto de los balones mundialistas, puesto que fue el primer esférico multicolor del torneo y el primero que incluía espuma sintáctica.
Siguiendo la estela del diseño principal de modelos anteriores, los triángulos curvos del Tricolore eran azules, blancos y rojos, y su nombre, una referencia a la bandera nacional de Francia, que consta de los mismos colores. Cada triángulo presentaba a su vez tres gallos, un símbolo nacional de Francia, en los que el logotipo de adidas era la cresta.
La capa de espuma sintáctica que recubría el Tricolore estaba hecha de resistentes microesferas rellenas de gas, un elemento adicional que aumentaba la velocidad y el rebote, y que actualmente se siguen utilizando en los balones.
Corea/Japón 2002: Fevernova

El Mundial de 2002 rompió con la tradición más reciente, pues los triángulos curvos de los anteriores cinco balones se sustituyeron por cuatro diseños trigonales, si bien se mantuvieron los reconocibles paneles pentagonales y hexagonales.
El nombre de este balón, cosido a mano, procedía de la combinación de las palabras ‘fever’ (fiebre) y ‘supernova’, e incluía una capa mejorada de espuma sintáctica que le confería una amortiguación adicional para un mejor control y precisión.
Los cuatro trígonos que lo adornaban eran una representación de las turbinas eólicas, en homenaje a las fuentes de energía alternativas.
Alemania 2006: Teamgeist

El Teamgeist, cuyo significado es «espíritu de equipo», supuso otro paso importante en el desarrollo del fútbol: gracias a la novedosa manera de fabricarlo, el balón se quedó a menos de un uno por ciento de ser una esfera perfecta.
La pelota ya no presentaba los paneles pentagonales y hexagonales de los ocho Mundiales anteriores, sino que estaba compuesta de catorce paneles cuyo diseño recordaba a unas hélices. Estos paneles, además, no estaban cosidos: se unían entre sí gracias a la técnica del termosellado.
El blanco y el negro del Teamgeist representaban los colores tradicionales de la selección alemana, anfitriona del torneo, mientras que las líneas doradas añadían una conexión visual con el trofeo de la Copa Mundial.
Con motivo de la final, adidas fabricó una versión especial en color dorado, llamada Teamgeist Berlin. Por primera vez en la historia de la Copa Mundial, cada balón incorporó el nombre de los dos equipos contendientes, la ciudad en la que se disputó el partido, la fecha y la hora de inicio.
Sudáfrica 2010: Jabulani

El Jabulani, que en zulú significa «celebrar», estaba adornado con once colores para representar el número de jugadores de un equipo de fútbol, los idiomas oficiales de Sudáfrica y las ciudades que en un principio iban a albergar la primera Copa Mundial en África.
El balón constaba de ocho paneles 3D termosellados que conformaban una esfera perfecta y presentaba una superficie con surcos, diseñada para ofrecer la adherencia perfecta y el máximo control en todas las condiciones.
El balón oficial de la final fue una edición especial en colores dorados llamado Jo’bulani, en homenaje Johannesburgo.
Brasil 2014: Brazuca

El Brazuca se sometió al proceso de ensayo más riguroso de todos los balones mundialistas: más de 600 futbolistas profesionales, 30 equipos de científicos y los ensayos obligatorios en laboratorios lo pusieron a prueba.
El balón presentaba seis paneles idénticos con forma de hélice, y la innovadora estructura de la superficie y su simetría le conferían una mejor calidad aerodinámica, estabilidad, toque y adherencia.
Más de un millón de personas participaron en la votación para elegir el nombre del balón, y Brazuca se erigió en la opción favorita de los brasileños, pues es un término que utilizan para expresar el orgullo que sienten por su manera de vivir. El patrón colorido y curvilíneo de los paneles representa las tradicionales pulseras de la suerte que se utilizan en Brasil.
Como ya había hecho en las dos ediciones anteriores del Mundial, adidas fabricó una edición especial del balón con líneas curvas y doradas para la final: el Brazuca Final Rio.
Rusia 2018: Telstar 18

El Telstar 18 era un balón que miraba simultáneamente al futuro y al pasado. Presentaba un diseño que rendía homenaje al primer y emblemático balón mundialista de adidas, fabricado casi 50 años antes, con un motivo pixelado cuya intención era imitar el aspecto de un balón original de 1970 cuando estaba en movimiento.
El elemento futurista fue el chip NFC (comunicación de campo cercano) integrado, que permitía a los aficionados interactuar con la pelota a través de sus teléfonos móviles.
El Telstar 18, fabricado a partir de seis paneles texturizados, pegados entre sí y no cosidos, ofrecía una excelente precisión, un rendimiento regular y equilibrado y una baja absorción de agua.
Fue el balón que se utilizó durante la fase de grupos, y el Telstar Mechta, de color rojo, lo remplazó en la fase de eliminación directa ('mechta’ significa ‘sueño’ o ‘ambición’ en ruso).
Catar 2022: Al Rihla

El decimocuarto balón consecutivo que fabricó adidas para la Copa Mundial, el Al Rihla, se desplazaba más rápido por el aire que ningún otro esférico en la historia de la competición. La pelota, cuyo nombre significa «el viaje» en árabe, presentaba unos colores vivos y llamativos, inspirados en la cultura, la arquitectura, los barcos característicos y la bandera cataríes.
El Al Rihla incluía además una tecnología revolucionaria de adidas, llamada Connected Ball, que ayudó en gran medida a que los tomaran decisiones con más rapidez y acierto durante el torneo, sobre todo en fueras de juego muy ajustados.
El CRT-CORE, el núcleo del esférico, proporcionó velocidad y consistencia en las jugadas más vertiginosas, mientras que la superficie de poliuretano Speedshell, compuesta de 20 paneles, mejoraba la precisión, la estabilidad y la rotación en el aire. Gracias a todos estos elementos, el Al Rihla contribuyó a que todos asistiéramos a uno de los Mundiales más memorables hasta la fecha.
Para las semifinales y la final, adidas presentó el Al Hilm («el sueño»), que lucía un color dorado texturizado y un sutil patrón triangular, inspirado en los desiertos que rodean Doha, el color del trofeo de la Copa Mundial y el patrón de la bandera catarí.
Notifican sanción a Barreiro; queda al límite de tarjetas