El video que se compare través de las redes sociales nos muestra a un tripulante de navegación tratando de capturar con sus manos a un tiburón, a un costado de se encuentra un niño de aproximadamente 10 años quien se queda perplejo al ver el resultado que tuvo el hombre adulto en querer atrapar el tiburón.
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Hay varias personas más que se encuentran a un costado de él, algunos traen el equipo de buceo puesto debido a la práctica que estaban llevando a cabo, el tripulante de la embarcación que está inclinado tratando de tomar a el tiburón no se percata que el tiburón gira a una gran velocidad atrapando su dedo meñique dentro de su hocico, con más de dos vueltas sobre su eje el tiburón logra arrancarle el dedo meñique.
El niño inmediatamente sale corriendo al ver que el señor, aunque tranquilo gritó “maldita sea, me acaba de arrancar el meñique, diablos”
La tranquilidad con que el señor emite su dolor es de admirarse, por mi parte yo estaría gritando al igual que la mayoría de los usuarios que comentan que la reacción de ellos hubiera sido muy diferente a la que tuvo el tripulante de la navegación.
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Queda claro que meterse con naturaleza siempre va a llevar alguna consecuencia, por lo pronto ya no más promesas con el dedo chiquito, adiós “Pinky Promise”
