Noticias.- Chuy, un niño de León, Guanajuato, vivió un día inolvidable al recibir la visita de sus héroes: los recolectores de basura de su colonia.
Los trabajadores, Tomás, Luis Ricardo y Eduardo José, le llevaron varios obsequios, entre ellos un camioncito a escala y un uniforme hecho a su medida, cumpliendo así el sueño del pequeño que los admira cada vez que pasan por su casa.
El tierno gesto se viralizó en redes sociales, destacando la nobleza del equipo y la emoción del niño. Expertos señalan que la fascinación infantil por los camiones y vehículos grandes, como en el caso de Chuy, podría tener una base biológica vinculada a la testosterona, la cual influye en la preferencia por ciertos tipos de juguetes y actividades desde edades tempranas.