Historias.- Si bien “La Llorona” es una de las leyendas más populares en México y Latinoamérica, existe otra figura fantasmal que infunde un terror particular en Centroamérica: La Siguanaba. Una misteriosa mujer que aparece en la noche.
Sus víctimas predilectas son los hombres trasnochadores, infieles o violentos, a quienes atrae con una belleza engañosa para mostrarles un rostro que, según la tradición, puede causarles locura o incluso la muerte.
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¿Cuál es la leyenda de La Siguanaba?
La leyenda cuenta que La Siguanaba, originalmente llamada Sihuehuet ("mujer hermosa” en maya), era una mujer atractiva que tuvo un hijo con el dios de la lluvia, Tláloc. Sin embargo, Sihuehuet fue una mala madre y nunca quiso a su hijo.
Como castigo, Tláloc la maldijo transformándola en La Siguanaba, que se traduce como “mujer horrible”. Su condena fue vagar por las calles con un rostro espantoso. Se dice que aparece por las noches, a menudo cerca de ríos, peinando su cabello negro con un peine de oro, teniendo un objetivo claro: castigar a los hombres mujeriegos e infieles.
¿Qué pasa si ves a la Siguanaba?
La Siguanaba atrae a sus víctimas adoptando la forma de una mujer muy atractiva y semidesnuda, con su rostro cubierto por un velo blanco. Una vez que el hombre se acerca lo suficiente, ella se quita el velo, revelando su verdadera y horrible apariencia.
Se dice que su rostro se transforma en el de un caballo, con ojos rojos y piel arrugada. El impacto de verla es devastador para los hombres; las leyendas locales aseguran que, al ver su rostro, pueden enloquecer, contraer enfermedades graves o incluso morir.
¿Por qué fue castigada Siguanaba?
El castigo de Siguanaba tiene su origen en su mala conducta como madre. Según la leyenda precolonial, fue castigada por el dios Tláloc debido a que no amó a su hijo y se comportó como una madre negligente.
Fue por ello que la maldición la obligó a cambiar su hermoso nombre de Sihuehuet por el de Siguanaba y a adoptar un rostro horrendo, condenándola además a vagar eternamente.
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