Se cumplen 136 años de la trágica inundación de León; un día que marcó la historia de la ciudad

Hoy se cumplen 136 años de uno de los eventos más trágicos en la historia de León, Guanajuato: la inundación de 1888. Inundación León, Guanajuato de 1888: se cumplen 136 años

Miguel Castro
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Noticias.- Hace 136 años, el agua arrasó con todo a su paso en Valle de Señora, hoy conocido como León, Guanajuato. El 18 de junio de 1888, luego de una temporada de sequía, el municipio fue devastado por una tromba que llegó a los cerros de la zona norte del municipio por la madrugada.

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El agua llegó con fuerza en lo que hoy se conoce como la Mesa de Ibarrilla, Cerro del Gigante y Sierra de lobos; toda la parte alta fue azotada por una fuerte lluvia que bajó arrastrando de todo su paso, hasta llegar al poblado que en ese entonces se conformaba por cinco mil casas. El agua tomó el cauce del Malecón del Río.

“Llovió tanto que se tuvo que desvocar el río, y a parte había un puente colonial que tenía los arcos, eran de medio punto, medios arcos, eso hizo que se regresara el agua y entonces se empezara a salir el líquido hacia la ciudad”, Rodolfo Herrera Pérez.

El agua empezó a entrar por el Barrio de Santiago y Barrio del Coecillo, reblandeció rápidamente el adobe de las viviendas y estas se empezaron a caer en pedazos; muchas personas seguían dormidas mientras el lodo de sus casas los sepultaba.

No existe un número específico de víctimas por este desastre natural, ya que hubo personas que nunca fueron localizadas.

“No sabemos exactamente cuánta es la cantidad de víctimas, porque muchas no se encontraron; unos sí encontraron los cuerpos entre el lodo y los escombros”, Rodolfo Herrera Pérez, director del Archivo Histórico.

Luego de la tragedia y debido a las pérdidas, León perdió el nombre como la segunda ciudad a nivel nacional sobre la Ciudad de México.

Fue una catástrofe que unió a los habitantes sin importar el nivel socioeconómico, todos pusieron de su parte para limpiar su ciudad, recoger los escombros y levantar otra vez León; de ahí y como el escudo de armas de la ciudad zapatera lo dice el trabajo todo lo vence.

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