Cuenta la leyenda que…el alma en pena de una niña ronda por una de las casas de Celaya, la cual, ha permanecido deshabitada debido a que la pequeña se manifiesta ante cada uno de los inquilinos logrando que salgan despavoridos del lugar para nunca más volver.
Se trata de la casa en la calle de Francisco Juárez, donde hace muchos años habitaba una familia que luego de la muerte de su hija quedó destrozada y completamente desconsolada, al grado de no poder más con el recuerdo de la pequeña y decidir poner la casa en venta para cambiar de residencia.
Tras un mes de permanecer sola por el fallido intento de venta tomaron la decisión de ponerla en renta, iniciativa en la que les fue mucho mejor ya que a los pocos días los contactaron para poder habitarla por algunos meses. Fue allí donde comenzó el terror, pues no había pasado ni un mes, cuando el rentero ya se estaba comunicando con el dueño para ponerse de acuerdo y entregarle las llaves.
El dueño sorprendido, se dirigió a la casa donde al llegar, ya lo esperaban con maletas en mano; el aterrorizado rentero le relató una serie de acontecimientos extraños que desde la primera noche le sucedieron en el lugar y con el pasar de los días estos fueron subiendo un poco más de tono.
Pues ya una niña le hablaba, salía entre las puertas, le azotaban las ventanas cada noche y le decía que se largara de allí. Tal parece que no era nada en contra del primer inquilino pues con el pasar de los meses y de nuevos arrendatarios a los pocos días el domicilio quedaba nuevamente deshabitada sin dar alguna explicación.
Además de familias, negocios como tiendas de abarrotes y café internet se intentaron establecer en la propiedad pero fue inútil, la vibra y los constantes espantos hacían que la gente se saliera huyendo.
Actualmente la casa es muy conocida por los celayenses al ser una leyenda que ha dado de qué hablar por años entre la comunidad ya que se ha hecho común pasar por las afueras y observar que siempre está deshabitada y con el letrero de se vende.