Perú.- Entre música, flores, y una misa ofrecida en su honor, fue como vecinos le dieron el último adiós a Manchas, un perro callejero que envejeció y murió luego de permanecer internado durante dos semanas en una clínica veterinaria.
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El hecho se registró en las calles del pueblo Lurín, en Lima, Perú donde a bordo de una carretilla, la gente que lo apreciaba cargo su cuerpo en el interior de un féretro que le fabricaron y lo pasearon por las calles que en vida lo vieron correr.
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Manchas, era perro callejero que a pesar de no tener dueño era muy querido por los habitantes de la localidad, mismos que lo alimentaban y hasta una casita le habían asignado en el barrio.
Incluso cuando se enfermó fueron ellos mismos quienes se unieron para cooperar y pagar su tratamiento con la esperanza de que regresara una vez más a alegrar sus calles, sin embargo, falleció.
Sin duda, una noticia que entristeció a los lugareños ya que el lomito era conocido por todos lados, pues uno de sus hobbies era asistir a todas las fiestas del barrio donde los vecinos no dudaban en cuidar de él.
Por ello, es que los habitantes decidieron darle una despedida digna de un animalito tan querido e incluso el padre de la localidad ofreció unas palabras en su honor.
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