Noticias.- En León, la conversación sobre la piel gira en torno a su origen, y la trazabilidad se ha convertido en la herramienta que permite seguir cada producto desde el nacimiento del animal hasta su procesamiento, garantizando que provenga de especies legalmente comercializadas y cumpliendo con regulaciones como CITES, SEMARNAT y PROFEPA. Un requisito indispensable para exportar, en una industria que solo en 2024 generó más de 230 millones de dólares y que continúa buscando nuevos mercados, incluso en Asia, mientras fabricantes y compradores destacan la variedad de especies con las que se trabaja y el valor que los consumidores perciben en estos productos, consolidando a León como un referente donde la transparencia acompaña a su tradición.