Tendencia.- El viernes 13 es una fecha que desde hace varios años se ha cargado de un concepto en donde la mala suerte predomina, pero puede que esto no sea del todo cierto, pues otra creencia en torno a esta fecha señala que este día guarda también un significado importante en el amor ¿A qué se refiere? En TV Azteca Bajío te contamos más al respecto.
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¿Qué pasa el viernes 13?
Pese a que no se trata de una celebración en particular, el viernes 13 - independientemente del mes del año en que caiga - es considerado como un día de mala suerte.
De esta manera, a través de distintas formas se ha difundido la creencia de que este día se deben evitar varias cosas para evitar que algo salga mal, tales como evitar los viajes, hacer negocios, entre otros.
¿Qué tiene que ver el viernes 13 con el amor?
Pese a la relación que se guarda en torno al número 13 y la mala suerte, este número está también estrechamente relacionado al amor ¿Cómo? En la etimología la palabra viernes proviene de Veneris (Venus) que es la diosa del amor, por lo que se traduce como “el día de Venus”.
El número 13 además de ser un número maestro, señala que se encuentra algo mejor en puerta. Si bien un cambio puede implicar pérdidas, el número 13 señala que este cambio será algo bueno.
De esta manera, el viernes 13 supone un día bueno para las parejas, así como para conectar con nuevas personas.
¿Cuál es el significado del número 13?
El número 13 ha adquirido significado de mala suerte a lo largo de la historia, relacionándolo con pasajes en distintas culturas en donde se pone en cuestión su conexión con sucesos desastrosos o negativos.
Pero existen también culturas para las que el número 13 representa algo totalmente opuesto, como en la cultura Maya, en donde el número 13 era considerado como sagrado, al guardar relación con las trece fases lunares.
En general, para muchas culturas el número 13 es augurio de mala suerte, y se cree además que atrae las malas energías.
Este número incluso hace alusión al pasaje religioso de la Última cena, en donde Jesús se sentó a la mesa junto con los 12 apóstoles, y él (el número 13) murió traicionado.
