Religión.- La devoción a la Virgen María es una de las más arraigadas en la religión, en donde se recuerda además sus promesas de intercesión, destacando entre ellas el “Privilegio del Sábado”, para liberar almas del purgatorio. Pero ¿De qué se trata? Te contamos más.
Te puede interesar: Fiesta de la Virgen del Carmen 2025 ¿Cuándo es, su historia y qué pedirle en su día?
¿Cuál es la promesa de la Virgen María?
El Privilegio del Sábado es una promesa de la Virgen María que se remonta a una aparición al Papa Juan XXII el 3 de marzo de 1322, y fue confirmada por el Papa Pablo V. Se trata de la intercesión especial de la Virgen para liberar a las almas del purgatorio el primer sábado después de su fallecimiento.
Este día se elige porque es tradicionalmente dedicado a la Santísima Virgen María en la Iglesia. La promesa de la Virgen señala que, “Como Madre de Misericordia, con mis súplicas, oraciones, méritos y protección especial, ayudaré, para que sean liberadas, tan pronto como sea posible de sus sufrimientos del purgatorio, a aquellas almas para llevarlas al Cielo”.
¿Qué representa el escapulario de la Virgen del Carmen?
El Escapulario de Nuestra Señora del Carmen es bastante conocido entre los fieles, aunque contrario a lo que se puede creer, no se trata de un amuleto de la buena suerte que salve o libre de peligros.
El escapulario es más un signo de la consagración a la Virgen María, como recordatorio de vivir una vida en gracia y fidelidad a los mandamientos de Dios, filial con la Madre de Dios y el deseo de imitar sus virtudes, y no una salvación automática.
¿Cómo se obtiene el “Privilegio del Sábado”?
Obtener el privilegio del sábado implica un compromiso con una vida cristiana, más allá de sólo llevar un objeto, y es necesario cumplir con ciertas condiciones:
- Confesión regular.
- Uso fiel del Escapulario del Carmen, impuesto oficialmente por un sacerdote católico y llevado con devoción.
- Observar la castidad, según el estado de vida de cada persona.
- Rezar la liturgia de las horas de la Virgen o el Rosario.
Es crucial entender que este privilegio no es una “fórmula mágica” que exima de la obediencia a los mandamientos; de esta manera, llevar el escapulario sin una verdadera conversión y rechazo al pecado es un acto de presunción.
¿Sabías por qué julio es el mes de la Preciosísima Sangre de Jesús?