Noticias.- Tras más de 150 años de exposición, las momias de Guanajuato muestran señales de deterioro. Durante décadas fueron exhibidas sin protección, incluso antes de que existiera el museo, lo que aceleró su desgaste.
La más antigua, Remigio Leroy, data de 1870, y pasó décadas expuesta sin vitrinas ni cuidados especiales. Aunque no desaparecerán pronto, especialistas advierten que su conservación depende del cuidado continuo. Actualmente, autoridades trabajan con el INAH para preservar los 117 cuerpos del museo. Un patrimonio único que necesita protección para sobrevivir al tiempo.