León, además de ser la ciudad más grande de Guanajuato, resguarda entre sus calles una gran cantidad de leyendas que forman parte del imaginario popular. Una de las más conocidas es la del “Brujo de San Pancho”, un hombre que, según cuentan, hizo un pacto con el Diablo y cuyo cuerpo desapareció misteriosamente durante su propio velorio.

De acuerdo con la historia, el brujo, identificado como Anselmo o Elpidio, practicaba la brujería en el barrio del Coecillo, donde se decía que sus poderes provenían de un acuerdo con fuerzas oscuras.

Antes de morir, pidió a su familia que no lo velaran ni enterraran en la ciudad, pero sus deseos fueron ignorados.

Durante el funeral, en una funeraria del Barrio Arriba, el ataúd comenzó a arder y se abrió solo ante el terror de los presentes. Al apagarse las llamas, el cuerpo del brujo había desaparecido sin dejar rastro.

Aunque la funeraria ya no existe, los habitantes aseguran que por las noches aún se escuchan lamentos y pasos, como si el alma del brujo siguiera vagando en busca del Diablo que vino a reclamarlo.