Un joven originario de Dolores Hidalgo fue secuestrado tras salir de su casa para reunirse con una persona que conocía por redes sociales. Poco después perdió contacto con su familia y, horas más tarde, su madre comenzó a recibir llamadas de los secuestradores, quienes exigieron una fuerte suma de dinero y enviaron un video para presionar el pago. A pesar de que la familia realizó dos pagos de rescate, el joven nunca fue liberado.
Casi diez meses después del plagio, autoridades localizaron restos humanos en la carretera Guanajuato–Juventino Rosas, los cuales fueron identificados que pertenecían a la víctima.
Tras un juicio oral, la Fiscalía de Guanajuato logró acreditar la responsabilidad de estos hechos a Agustín Jayro “N”, Jaime Azmavet “N” y Ángel “N” que fueron sentenciados a 110 años de prisión, mientras que René “N” recibió 115 años de cárcel, una de las penas más altas en la entidad por la gravedad del secuestro y el homicidio.
