Religión.— La historia de Nuestra Señora de Guanajuato no solo forma parte de la fe católica, sino que también es uno de los relatos más antiguos y simbólicos que explican el origen espiritual y cultural de la ciudad capital.
Su llegada a tierras guanajuatenses está rodeada de leyendas, decisiones reales y una profunda devoción popular que perdura hasta nuestros días.
¿Cuál es el origen de la Nuestra Señora de Guanajuato?
De acuerdo con la tradición histórica, hacia el año 714, durante la invasión musulmana a la península ibérica, la imagen mariana se encontraba en Granada, España. Para evitar su destrucción, fue escondida en una cueva, donde permaneció más de 800 años, intacta y protegida del paso del tiempo.
La leyenda señala que fue en el siglo XVI cuando la imagen volvió a ser descubierta y entregada al emperador Carlos V, quien decidió donarla a la entonces Nueva España.
Aunque la intención original fue del emperador, fue su hijo Felipe II quien, tras la abdicación de su padre, expidió en 1557 la Cédula Real que formalizó el obsequio al pueblo de Guanajuato, una de las regiones mineras más ricas e importantes del imperio español.
¿Qué milagro cumplió Nuestro Señora de Guanajuato al llegar?
El encargado de llevar la imagen a su destino fue el alcalde Mayor Don Perafán de Rivera. Durante el trayecto, ya cerca de la población, la comitiva se desorientó.
Según la tradición, colocaron la imagen sobre un tambor, encendieron dos velas y pidieron su ayuda para encontrar el camino.
A la mañana siguiente, dos palomas blancas aparecieron y guiaron al grupo hasta su destino. Así, el 8 de agosto de 1557, la imagen de Nuestra Señora llegó finalmente a Guanajuato.
¿Cuál es la imagen característica de la Virgen de Guanajuato?
Al arribar, la Virgen llevaba en su mano una rosa del mismo material de la imagen, a la que más tarde se le agregó un rosario. Sin embargo, cuando la devoción creció, la Orden de Santo Domingo reclamó su custodia al tratarse de una Virgen del Rosario.
Para evitar conflictos, se decidió retirar la rosa y el rosario, sustituyéndolos por un cetro, símbolo que conserva hasta hoy.
En honor a su supuesto origen en Santa Fe de Granada, la ciudad recibió el nombre de Real de Minas de Santa Fe de Guanajuato, reforzando el vínculo entre historia, fe y territorio.
Virgen de Guanajuato, a la recurren durante época de sequía
La devoción hacia Nuestra Señora de Guanajuato se fortaleció con el paso de los siglos. Se cuenta que en épocas de severa sequía, la imagen era sacada en procesión y, poco después, llegaban las lluvias, consolidando su papel como protectora del pueblo.
Actualmente, su patrocinio se celebra el segundo domingo de noviembre, y también en mayo, mes dedicado a María, en memoria de su coronación el 31 de mayo.
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