El grupo de ciberdelincuentes Tekir APT aseguró que filtró la madrugada del 20 de noviembre más de 73 GB de documentos presuntamente extraídos de la institución, revelando expedientes penales completos, información de funcionarios, comunicaciones internas, y hasta la supuesta eliminación de copias de seguridad, esto después de que la FGE presentara fallas en sus sistemas desde el 7 de noviembre.

Mientras el fiscal Gerardo Vázquez Alatriste rechazaba públicamente cualquier hackeo y el Gobierno estatal remitía la responsabilidad a la autonomía de la institución, los atacantes aseguraron que explotaron contraseñas “sencillas” de administrador en zonas críticas y remataron diciendo que sus ataques “beneficiaron a alguien”, desatando dudas sobre la gravedad real del incidente.