Noticias.- Durante la madrugada, una joven colombiana dejó un celular cargando sobre su almohada comenzó a recalentarse hasta que explotó a pocos centímetros de su rostro.

El estallido le provocó graves quemaduras de segundo y tercer grado en la cara y uno de sus brazos. En redes sociales, la víctima compartió su historia para advertir sobre un hábito tan común como peligroso: dormir con el teléfono conectado al cargador.

Expertos en seguridad eléctrica explican que el sobrecalentamiento de la batería puede generar una explosión si el dispositivo se cubre con telas o no tiene ventilación. Recomiendan no dejarlo cargando toda la noche, evitar superficies blandas y usar siempre cargadores originales.