La reactivación de la calle Madero como centro de la vida nocturna tuvo una década de auge, pero eso acabó de expulsar a sus antiguos habitantes y encareció las casonas que en algunos casos ahora se están deteriorando.
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“Durante mucho tiempo, la calle Madero fue una calle de residencia de familias importantes. A partir del año 2000, que se le da otro tipo de uso, como es el uso peatonal, que se le cambia el pavimento y se le empiezan a dar otras características, esas familias se empiezan a salir de ahí, y los edificios empiezan a ser rescatados para darles otros usos, principalmente comercial.” Dijo Rodolfo Herrera Pérez, coordinador de acervos de apoyo del Archivo Histórico.
La Madero tuvo un auge que duró una década
Unos años después, la Madero se intentó posicionar como un centro de la vida nocturna, con bares y antros que luego de una década están cerrando en buena parte.
“Ya están cerrando, aquí hay uno cerrado, hay otro cerrado, en la calzada también hay dos o tres cerrados, fueron temporales nomás, fueron de temporada nada más. Tuvieron su auge pero no.” Dijo Héctor Arturo Pantoja, joyero y relojero.
El señor Héctor Arturo es joyero en la calle Madero, la joyería de su familia data de 1931 y él tiene 68 años en el oficio... ha visto a la calle transformarse, y no le gusta en lo que se ha convertido.
Casonas se rehabilitaron para uso comercial
Algunas casonas se rehabilitaron, la mayoría se reacondicionó para un uso comercial, pero otras se están deteriorando.
En 2018, en pleno auge de su vida nocturna, en la Madero se contabilizaban 25 bares y antros. Los edificios y casonas que varios de ellos ocupaban, están en renta o venta, o han dejado su lugar a restaurantes.
Rentas de antros hasta de 60 mil pesos
“Algunos han cerrado, es por las rentas, que están pidiendo exageradamente las rentas, son carísimas; hay antros que pagan $60 mil o más, y más empleados: no es costeable para algunos.” Juan Posada, anticuario.
La transformación de la calle Madero ha provocado su encarecimiento. En los vaivenes de la oferta y la demanda, ¿qué futuro le aguarda a la vuelta de la esquina?
