Carlos Emir recibió una beca de parte de Ricardo Salinas

Esta es la historia de Carlos Emir, un estudiante de excelencia y uno de los 17 alumnos becados por Fundación Azteca y Ricardo Benjamín Salinas Pliego.

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“Para mi la escuela me saca del entorno un poco en el que vivo por así decirlo, no como tal aquí con mi familia sino la sociedad”.

Carlos creció en una colonia de la alcaldía Gustavo a Madero… donde las oportunidades no abundan.

“Yo he visto muchos de mis compañeros de antes que pus realmente no, ya si los llego a ver ni los reconozco” dijo Carlos.

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El estudio lo ha salvado de caer en vicios o cosas peores.

“Yo desde chiquito pues me gusta estudiar, me gusta ir a la escuela, pues adquiero cosas que me sirven cosas que realmente son útiles para mi vida” agregó Carlos.

“No era como todos los niños que me dijera ‘quiero un carrito o quiero una pistolita o quiero esto, siempre su respuesta era ¿vamos a pasar por la librería?” nos contó María, la mamá de Carlos.

Siempre fue alumno de excelencia, aficionado a los deportes y cuando llegó el momento de ir a la secundaria su familia descubrió que había la oportunidad de ingresar al Plantel Azteca, donde solo estudian los mejores.

Actualmente está terminando ahí mismo el bachillerato tecnológico con computación, pero debido a la falta de recursos, no tenía claro a qué universidad ingresar.

“Soy madre soltera, vivo con mi mamá y mi papá y yo solvento, soy la única que solventa los gastos de mi hijo, y mi único ingreso es la papelería” agregó su mamá.

Pero hace unas semanas, el futuro se abrió frente a sus ojos.

Fue uno de los 17 alumnos beneficiados con la beca Ricardo Benjamín Salinas Pliego para el talento mexicano, que a través de Fundación Azteca y Banco Azteca, le pagará al 100 por ciento su carrera de innovación y emprendimiento en la Universidad de la Libertad, la mejor de latinoamérica.

“Yo siempre me planteé lo que quería, yo siempre tuve claras mis metas, yo siempre he dicho yo quiero terminar una carrera, tener mi casa, mi carro, mi familia” nos contó Carlos.

Carlos es un claro ejemplo de que origen no es destino, carácter, es destino. Porque el estudio es lo único que ha llevado a Carlos a donde está actualmente y será lo único que lo proyecte hacia el éxito.

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