“Porque si algún día soy yo, quiero ser la última”... fue la frase que Nadia publicó en una de sus redes sociales para visibilizar la violencia contra las mujeres, dos días antes de que le arrebataran la vida, exactamente un 8 de marzo, día de las mujeres.
Y no, no fue la última… después de su asesinato, se registraron en Guanajuato 44 feminicidios y 292 homicidios dolosos, de abril de 2020 a enero de 2022, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Las cifras federales también muestran que durante el 2021, Guanajuato fue el estado en el que más homicidios dolosos de mujeres se reportaron con 374, 30 de ellos, calificados como feminicidios.
Desde diferentes frentes, hay esfuerzos y avances para detener, o por lo menos, disminuir la violencia de género pero de acuerdo con expertas, como la maestra en política y gestión pública Guadalupe Fernández, no son suficientes. Hay marco legal pero aterrizar la ley ha costado trabajo.
Nadia tenía 23 años, era activista y apoyaba causas feministas, cursaba el sexto semestre de relaciones internacionales; sus sueños se truncaron cuando fue atacada por hombres armados. Mientras conducía, después de salir de una fiesta, recibió varios impactos de bala, el hecho se registró en Salamanca, de donde era originaria la joven.
Su caso, como el de muchas otras mujeres, víctimas de diferentes delitos, como homicidio o feminicidio, sigue sin resolverse.
En memoria de Nadia, queda un mural, una placa, un árbol creciendo y la esperanza de que casos como el de ella, además de provocar indignación, nos muevan a buscar y generar un entorno libre de violencia contra las mujeres.