Noticias-. Cuando se piensa que se ha visto todo, claramente es porque no se conoce al municipio de San Pedro Huamelula en Oaxaca, donde recientemente su alcalde Víctor Hugo Sosa, se casó con un caimán hembra como parte de una ritual tradicional. ¿De qué se trata?
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Con el fin de pedir prosperidad y abundancia para toda su comunidad en este municipio, la unión entre hombre y caimán se celebra desde hace más de 230 años, conmemorando el día en que dos etnias de la región conocidas como los huaves y los chontales, que ese aliaron por medio de una boda.
Víctor Hugo Sosa, actual alcalde de la comunidad indígena chontal del istmo de Tehuantepec, expresó su cariño por la novia caimán de nombre ‘Alicia Adriana’ que lo acompañó. Dentro de la tradición ancestral la reptil asumió el papel de “la niña princesa”.
Durante la ceremonia, el alcalde vistió un traje tradicional mientras que ‘Alicia’ se le podía ver con su vestido color verde bajo un huipil negro, además de un tocado de cintas y lentejuelas de colores.
Después realizada la boda con el sacerdote, el alcalde bailar con su esposa al ritmo de la música tradicional para finalmente, culminar todo con un beso que selló la unión entre “el rey y la princesa”.
#Oaxaca | ¡SE CASÓ CON UNA #CAIMÁN!
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) July 3, 2023
El alcalde de San Pedro Huamelula contrajo nupcias con una lagarto hembra, como parte de un ritual para la #abundancia.
¡Hasta vestido le pusieron!
Nos cuentan @cquirarte, @CHRISTIAN_LARA y @Roberto_Ruizg en @LosRuizLara. pic.twitter.com/YEqeqTQlCq
Con un vestido de novia, baile y hasta un beso para sellar el compromiso, fue como se llevó a cabo la celebración.
Sin embargo, aun entre tanto festejo, no se apagaban las sentencias de algunas personas que llegaron a considerarlo como maltrato animal, pues en las imágenes al caimán se le ve amordazado en todo momento.
Al finalizar el evento, Alicia Adriana fue llevada a un estanque donde quedó resguardada.
¿Cuál es el origen de esta tradición?
Según lo que el relató ancestral menciona, las fricciones entre los pueblos Huaves y Chontales concluyeron con el casamiento del rey chontal y la “niña princesa huave”, que dentro de la comunidad asentada en la localidad es representada por un caimán hembra.
